Ola
de huelgas en Brasil
26 de julio de 2012
Tanto el
sector público como el privado brasileños se han visto sacudidos en los últimos
meses por una oleada de huelgas, que constituyen la reacción de los
trabajadores ante la crisis económica. Durante junio desarrollaron paros
parciales en reclamo de una recomposición salarial los trabajadores de los
Ministerios de Justicia, de Trabajo y de Agricultura. El gobierno federal
respondió que carecía de recursos para afrontar el reclamo. El propio titular
de la CUT, Vagner Freitas, calificó de “inflexibles” a las autoridades y
denunció un intento de contraer los salarios de los estatales del 4,8% al 4%
del PBI (BAE, 12/6).
El punto
más alto de esta rebelión en el sector público, sin embargo, es el de los
docentes universitarios, que han cumplido ya dos meses de huelga general en
reclamo de aumento salarial y de un cambio en la carrera docente. El reclamo se
extiende a 56 centros de estudios estatales. La magnitud de la huelga obligó al
gobierno a anunciar una recomposición de hasta el 45% en un plazo de tres años,
anuncio que fue rechazado tanto por Andes como por Sinasefe, debido a su falta
de claridad. El viernes 6 Roussef fue silbada durante un acto oficial por
docentes universitarios, que cuentan con el apoyo del movimiento estudiantil,
que reclama llevar el presupuesto educativo al 10% del PBI.
También
hay noticias en el estratégico sector metalúrgico. El Sindicato de los
Metalúrgicos de San José de los Campos desarrolló una huelga de 24 horas en la
General Motors ubicada en el Valle de Paraíba -planta de 7500 obreros, que
produce autos y motores-, contra un posible cierre y deslocalización de
sectores que podrían afectar a 1500 obreros. El plan de deslocalizaciones de la
General Motors es un intento por quebrar la resistencia de los metalúrgicos de
Paraíba, que rechazan la implementación del Banco de Horas -que adecúa la
jornada laboral a las ventas- y otras medidas de flexibilización laboral.
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